lunes, 30 de agosto de 2010

¿Somos conscientes de lo que manejamos?

Un cuerpo humano es más un ejercicio de equilibrio, que un conjunto de piezas engranadas para ejecutar funciones.
A veces, la super especialidad a la que están sometidas las profesiones sanitarias parcela los conocimientos e impide la visión global del paciente.

El cuerpo humano es un sistema integral que en nuestro caso se rompe en uno de sus puntos más influyentes, la boca, justo cuando empiezan a faltar los dientes.

Los implantes sustituyen las raíces pero realmente lo más importante del tratamiento son la prótesis, ellas son la que pueden recuperar el equilibrio del sistema.

En Grau System somos conscientes que el Cirujano debe escoger la mejor forma y superficie de implante o raíz para cada área de hueso del paciente. Pero esa libertad de elección de implante no debería afectar a la prótesis por las grandes diferencias en los componentes de las diversas marcas.

El lenguaje de formas del diente es Uno y Universal, GrauSystem® aplica este lenguaje de formas y proporciones divinas a los sistemas de implantes mas importantes del mercado.

Los componentes de Grau System® están diseñado siguiendo los criterios de la naturaleza. Utiliza las proporciones áureas que rigen la construcción de nuestros propios dientes y las aplica en sus componentes para que las prótesis estén integrados de forma robusta, estética y natural en el paciente.
Los sabios nos dicen forma es función y viceversa.

El profesional sanitario debería saber que muchos, pero muchos problemas que surgen en cualquier parte del cuerpo humano, proceden de un desequilibrio oral.

La verdad es que este mundo es muy complejo, hay argumentos para cada posición vital o filosófica. Y en cada postura se pueden encontrar razones de peso.

Lo que esta claro es que cuando uno se especializa intensamente tiende a perder la capacidad global incluso humanista que debería tener ante todo como persona y más como profesional de la salud.

Esto es muy habitual en sistemas educativos basados en la efectividad intrínseca del profesional en su área, más que en el trato empático con el paciente hasta llegar a conocerlo y solucionar su dolencia.

Es cierto es que son necesarios los superespecialistas, valga el palabro, pero estos deben saber que el medico de cabecera, el que escucha y te conoce, sabe que a veces con solo contarlo en voz alta la dolencia ya es menos.

Todo esta ligado, cada parte de nuestro cuerpo tiene información e interactúa con todas porque todos somos parte de un solo proyecto, nuestro proyecto vital hecho a imagen y semejanza nuestra. Por eso cambiamos de forma de aspecto, de cara ( si, si de cara, no son los perros los que se parecen a los amos, es al revés) en función de lo que nos pasa en la vida y de como nos tratamos o dejamos que nos traten.

Desde una boca completa, equilibrada en función, equilibramos el cuerpo y nuestra postura al andar, nuestro equilibrio gastrointestinal, desde el iris se nos diagnostica todo el cuerpo, desde los pies nos alivian todo el cuerpo, quien a estas alturas de nuestra evolución como profesionales altamente cualificados puede dudar que todo esta interrelacionado en mayor o menor medida y despreciar esa conexión con la salud.

Si, somos nosotros como entidad única que utiliza un cuerpo para desarrollar valores tan elevados como el conocimiento, la amistad, el arte...valores tan intensos que modifican el cuerpo y lo tonifican.

Si, somos nosotros que con factores negativos como el odio, el resentimiento, la envidia... degeneramos el cuerpo con enfermedades realmente graves.

Pero esto ya no gusta, como dicen en Mallorca “la culpa es fea y nadie la quiere” la responsabilidad de nuestros propios actos también es fea y nadie la quiere, mejor demos la culpa al prójimo o a la propia enfermedad. Cuando la enfermedad no es más que el agotamiento de un cuerpo maltratado que no puede parchear más nuestros abusos, de ritmo, de presión, de alimentación, de poco amor propio.

La tecnología nos abruma, los conocimientos actuales más, y los que conocemos un poco de este mundo nos parece que somos expertos y dominamos el tema, pero cuando los verdaderos científicos escarban en los principios de la vida, cuando los físicos quánticos empiezan a conocer los verdaderos principios en los que nos sustentamos y nos los muestran, vemos lo poco que conocemos el sustrato mismo de nuestra realidad.

La realidad la hacemos nosotros mismos, lo que nos valoremos y lo que nos apreciemos como el máximo exponente de nuestro proyecto mental hecho realidad.

Desde este proyecto de realidad, nace Grau System, de la consciencia de que nuestro trabajo como técnicos dentales es básico para recuperar el equilibrio en el cuerpo humano.
Que somos humildes en nuestra especialidad, como lo és la piedra que cierra el arco, pero sin ella, catedrales enteras caerían.

Nádie es imprescindible, pero cada uno de los prescindibles formamos un ente que con buena disposición y ánimo podemos ayudar a avanzar, no solo en tecnología, sino en su finalidad, disponer de tiempo para los demás.

Seámos conscientes de lo que manejamos, puede cambiar la vida de nuestro paciente, busquemos la excelencia mientras observamos el todo.
Gracias por estar en el proyecto Grau System.

Josep Grau
30 de agosto de 2010